Creo saber por qué pinto.
Hasta ahora, viví siempre a favor de la corriente, creé sin pensar en crear. Nada distinto a ducharme, a encender el ordenador o a escoger una prenda de ropa para el día. Incluso las veces que me paraba a reflexionar sobre los motivos que me hacen dibujar y pintar me sentía ridículo y, hasta cierto…